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En este número:

Juan el Bautista señala el pecado de Herodes

Acento bíblico: La limpieza con agua era importante

Santa para hoy: Santa Teresa de Calcuta

Juan Bautista señala el pecado de Herodes

Lectura del 29 de agosto de 2017: Mc 6,17-29

Antes de que Jesús comenzara su ministerio público, su primo, Juan el Bautista, vivía en el desierto.

Juan se vestía con ropas de pelo de camello y comía langostas y miel silvestre. Le dijo a la gente que se arrepintiera y se bautizara en el río Jordán para el perdón de los pecados, y también les habló de la llegada del Mesías.

Las acciones de Juan fueron profetizadas en el libro de Isaías del Antiguo Testamento: «He aquí que envío a mi mensajero delante de ti; él te preparará el camino. Una voz de uno que clama en el desierto: ‘Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas'»

«Uno más poderoso que yo viene detrás de mí», dijo Juan a las muchas personas que acudían a él para el bautismo. «No soy digno de inclinarme y desatar las correas de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua; él os bautizará con el Espíritu Santo».

Juan no tenía miedo de decirle a la gente que estaba pecando y que necesitaba arrepentirse. Por ejemplo, Juan le dijo al rey Herodes que estaba pecando porque su matrimonio con Herodías era considerado ilegal.

A Herodías no le gustó que le dijeran que ella y Herodes estaban pecando. Le guardaba rencor a Juan y lo quería muerto.

Herodes, por su parte, tenía miedo de Juan porque era santo y justo. Decidió hacer que arrestaran a Juan y lo metieran en la cárcel.

Mientras Juan estaba en la cárcel, Herodes dio una gran fiesta a la que asistieron muchas personas importantes. Durante la fiesta, la hija de Herodías interpretó una danza para Herodes y sus invitados. A Herodes le gustó tanto la actuación que prometió darle a la chica todo lo que quisiera, incluso hasta la mitad de su reino.

La chica fue a pedirle consejo a su madre sobre qué pedir.

Herodías le dijo a su hija que le pidiera a Herodes la ejecución de Juan.

Cuando la chica le dijo a Herodes que quería que mataran a Juan, el rey no quiso hacerlo. Pero había hecho su promesa delante de tanta gente que se sintió obligado a cumplir su palabra.

Herodes envió entonces a un verdugo a la cárcel para que matara a Juan.

Cuando los seguidores de Juan se enteraron de lo que había sucedido, vinieron a buscar su cuerpo y lo pusieron en una tumba.

Lee más sobre esto:

Mark 6

Q&A

1. ¿Dónde bautizaba Juan a la gente?

2. ¿Quién odiaba a Juan y lo quería muerto?

Acento bíblico

El bautismo de Juan con agua era muy diferente del bautismo de Jesús con el Espíritu Santo.

Algunos dicen que el bautismo de Juan era una versión del mikvah judío, que es un baño ritual destinado a limpiar el espíritu y a representar un nuevo comienzo. Juan quería que la gente se limpiara para poder prepararse para la venida del Mesías.

Hay muchos lugares en la Biblia que describen cómo la gente se preparaba para algo importante limpiándose.

Por ejemplo, en el Libro del Éxodo, Aarón y sus hijos se lavaban con agua antes de ser consagrados como sacerdotes, y también se lavaban las manos y los pies antes de acercarse al altar.

En el Libro de los Números, los levitas eran rociados con agua para ser purificados antes de comenzar a servir a Dios.

En Ezequiel 36, Dios le dijo al pueblo de Israel que los limpiaría de sus impurezas rociándolos con agua para que pudieran observar y guardar sus mandamientos.

Y en el Apocalipsis 22, se dice que los que lavan sus ropas tienen derecho al árbol de la vida.

Santa para hoy: Santa Teresa de Calcuta

Santa Teresa de Calcuta -más conocida como Madre Teresa- nació en 1910 en Macedonia. Se unió a las Hermanas de Loreto en Irlanda cuando tenía 18 años, y fue destinada a enseñar en una escuela católica de niñas en Calcuta, India.

En 1946, escuchó una llamada de Jesús, que le dijo que sirviera a los más pobres entre los pobres de Calcuta. Para ello, la Madre Teresa fundó las Misioneras de la Caridad en 1950.

La Madre Teresa -que era conocida como la «santa de las cunetas»- recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979 y la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos en 1997, el mismo año en que murió.

Fue canonizada por el Papa Francisco en 2016, y la recordamos el 5 de septiembre.